martes, 2 de enero de 2018

12. EL CRONISTA: "INVISIBILIDAD DE LA MUJER EN EL CALLEJERO ARROYANO"

Por Francisco Javier García Carrero
           Cronista Oficial de Arroyo de la Luz

Calle Igualdad (APyF)

Hace ya varios cursos que vengo realizando una actividad con mis alumnos de bachillerato que consiste en la exposición pública, en tríos o cuartetos, de un tema histórico. Con eso se pretende, además de fomentar el trabajo colaborativo, animar la investigación sobre un asunto del que rara vez han oído hablar y que, con seguridad, no conocían en profundidad. Además, y eso sería lo más importante, les permite exponer a sus compañeros los conocimientos adquiridos y soltar los miedos que siempre tienen a la hora de hablar públicamente, una de las actividades que ahora en todas las carreras universitarias se fomenta y valora.
Pues bien, aquel año un cuarteto expuso de manera magistral en dicción, presentación con nuevas tecnologías, y casi en profundidad temática, el episodio histórico sobre las Comunidades de Castilla, aquella rebelión que la nobleza castellana protagonizó contra la llegada del emperador Carlos y sus consejeros flamencos hacia el año 1520. Terminaron su exposición, el resto de sus compañeros aplaudieron, se veía en sus caras una gran satisfacción porque ellos estaban convencidos, eran cuatro chicos, que lo habían hecho genial. Cuál fue su sorpresa, cuando yo les puse en duda su trabajo. Se les cambió la cara al instante, y toda la clase quedó en silencio, porque ellos también, chicos y chicas, pensaban que estaba genial. “¿Cómo es posible que no nombréis a la gran heroína de esta historia? Mucho Bravo, Padilla y Maldonado, su ejecución en Villalar y todo lo demás, y la rebelde por antonomasia, la que mayor tiempo resistió los embates del emperador,  desaparecida, y sin citarla. ¿Dónde está María Pacheco?”.
Era evidente que ellos no tenían la culpa, la invisibilidad que todavía tenemos de la mujer en los libros de historia resulta más que evidente. Bien es cierto, que poco a poco se van solucionando estas injusticias históricas gracias a que somos muchos los historiadores que tratamos de reivindicar la importancia que en el desarrollo de la humanidad siempre tuvo el elemento femenino. Por ejemplo, ya las “Sinsombreros” que, por cierto, fueron premiadas hace unos años en nuestra localidad, en una magnífica velada organizada por las Juventudes arroyanas que presidía, y preside, María de la Luz Parro, y de las que nadie había oído hablar como figuras esenciales de aquello que se llama la Generación del 27, se quejaban amargamente de “que en pleno siglo XX únicamente se hable de los logros de los hombres”. Y es que las Sinsombreros tuvieron tanta trascendencia intelectual como los conocidísimos Buñuel, Dalí o Lorca (éste también se sentía indignado entonces por el silencio hacia estas compañeras). Gracias a ese Premio Luis Romero Solano, y a un magnífico documental hoy son reconocidas también María Zambrano, Rosa Chacel o Josefina de la Torre, entre otras.
Y todo este largo preámbulo viene a cuento porque una de las secciones que estoy realizando para los artículos históricos que mensualmente publica la Asociación Paisajes y Fiestas en su blog quiero que esté referida a las calles del pueblo. Concretamente mi idea es ir desgranando quiénes son y cuáles son los méritos que tuvieron en su momento los distintos personajes para que nuestras calles luzcan esos nombres. Por eso, descubriremos “obras y milagros” de Luis Chaves, Florencio García Rubio, Juan Muñoz Chaves, Rafael Chaparro o Carlos Barriga, entre otros. No podré hacerlo sobre mujeres, porque no hay. He comprobado, personalmente, que son muchos los arroyanos que aunque vivan en esas calles, no saben prácticamente nada del personaje en cuestión que rotula su vivienda y la de sus vecinos. Como mucho te podrían señalar su profesión.
Barriada Reina Sofía (APyF)
Con ser eso muy importante, para mí no es lo más significativo, ni con mucho. Lo más transcendental, y recordando a las Sinsombreros, porque ahora ya estamos en pleno siglo XXI, es que el nomenclátor arroyano está para tener un “suspenso” rotundo; es decir, no progresa adecuadamente. En nuestro pueblo la presencia femenina en el callejero se limita, y exceptuando a la Virgen de la Luz, Santa Ana, y alguna otra Virgen que ello sería otro asunto, a cinco escasos nombres de mujeres, una plaza, una barriada y tres calles, o lo que es lo mismo un poco más del 4% por ciento del total de nombres del callejero. Una carencia, por consiguiente, absoluta y que debería solventarse más pronto que tarde. Y, por último, ninguna de las cinco, aunque todas tengan los méritos suficientes, son nacidas en Arroyo.
La pregunta sería ¿a lo largo de la historia de nuestra localidad no han pasado siquiera media docena de mujeres lo suficientemente importantes para ser incluidas en el callejero arroyano? Pues resulta evidente que para los consistorios del XIX y del XX predemocrático esas mujeres no existían y, lo que es más grave, para los de la democracia actual parece que tampoco tienen la suficiente relevancia, porque la totalidad de las más recientes incorporaciones de las nuevas urbanizaciones, más de veinte, o bien son todos nombres masculinos, o de distintos pozos o nombres de pueblos y ciudades. Y aunque yo pueda reivindicar también todas esas denominaciones, porque algunos de ellos, además, se lograron cuando el que suscribe estas líneas hizo visible a dos arroyanos que habían permanecido hasta entonces invisibles, no es menos cierto que también podría haberse intercalado algún nombre de mujer entre tanta calle Leganés, Langreo o Móstoles, por ejemplo.
Pero ¿existen arroyanas que pudieran incorporarse al nomenclátor de la localidad?, pues la respuesta es sí, claro que existen. El hecho de que pudieran ser no muy conocidas, aunque algunas sí lo son, no significa que no aportaran su granito de arena en momentos especialmente delicados de nuestra historia, y otras veces es simplemente como justo homenaje que se les debería tener para que su memoria no se borre en la nebulosa de la historia. No hace falta advertir, o quizás sí, que por el hecho de que vaya nombrando distintas personas yo esté reivindicándolas para que aparezcan sí o sí en el callejero, Dios me libre de semejante afrenta. Se trata de una mera introducción al problema por si algún día una comisión de calles, que se prometió crear hace ya algunos años, se reúna y ya tenga algunos nombres encima de la mesa, y como mera propuesta de debate iniciático.
La primera designación que se me viene a la memoria es el de Leocadia Marín, motivo fundamental, ser la primera Mayordoma de la Virgen de la Luz a principios del siglo XVIII y en un momento muy delicado de nuestra historia, plena Guerra de Sucesión a la Corona española. Un puesto hasta entonces en manos masculinas y que después de ella varios siglos tuvimos que esperar para ver a otra mujer en ese mismo puesto. Otro nombre femenino que pudiera valorarse es alguna de las mujeres de la familia Herrera, Señores de Arroyo durante la Edad Media; es decir Blanca de Herrera o Ana de Herrera. Y si de maestras locales se trata, probablemente la que alcanzaría dada su bondad, al margen de sus dotes pedagógicas, un mayor consenso sería la maestra Jacoba Franco. 
Doña Jacoba y su marido (Archivo familiar)
Ruth Matilda (Lenaghan. En tierras de Extremadura)
Y si queremos ponernos reivindicativos y apostar por mujeres que nunca aparecen en los libros de historia, pues quizás deberíamos recordar a María López o Inés Caldera, ambas arroyanas acusadas de ser “herejes judaizantes” y que tuvieron que pasar por las horribles prisiones de la Inquisición con “sambenito” posterior incluido. Pero en este aspecto reivindicativo no puede faltar Polonia Mateos Pérez, muy pronto, el 4 de enero de 2018, tendrá lugar el 80 aniversario de su fusilamiento. Una muerte cruel, y completamente injusta hacia la única arroyana que tuvo que soportar semejante trance. Puesta delante de un piquete de ejecución sin haber cometido delito alguno. Creo que ese hecho es suficiente carta credencial para que su nombre esté en una calle de Arroyo. Y, aunque no era arroyana, la fotógrafa y etnógrafa Ruth Matilda Anderson, también podría incorporarse a estas líneas ya que supo difundir y promocionar nuestro pueblo mucho más allá de las estrictas fronteras locales.  
Juanita Sánchez
Y por último también quisiera poner encima de la mesa los nombres de Antonia Femia Cordovilla y Juana Sánchez Barrero. Ambas fueron unas adelantadas a su época. Valientes, porque entonces dar el paso que ellas dieron no era en absoluto nada fácil. Fue un camino que abrieron a otras mujeres que posteriormente poblaron las distintas candidaturas electorales arroyanas y cuando ya la Democracia estaba completamente asentada en nuestro país. Cuando ellas dos lo hicieron era el año 1979 y adscritas a partidos políticos, PSOE y UCD, respectivamente, agrupaciones que no se identificaban o que querían romper con el anterior régimen dictatorial. Y esto último no era un asunto baladí, aunque ahora nos lo pueda parecer. También es verdad que Femia, por cuestiones particulares abandonó el consistorio un tiempo después sin acabar el mandato, pero Juana Sánchez no solo cumplió con toda la legislatura sino que posteriormente ha estado involucrada en cuantas revistas y actos culturales se organizaban en la villa. No ha faltado a ninguna de ellas y ahí sigue, apostando por la cultura, las tradiciones y por la historia de nuestro pueblo.
Y al margen de las mujeres estrictamente locales a nivel provincial, regional o nacional e internacional existen muchas más. No obstante, quisiera hacer una reivindicación muy concreta hacia la figura de Clara Campoamor, sobre esta última creo sinceramente que todos los pueblos y ciudades deberían tener una plaza, calle o barriada. Es de justicia reivindicar a esta diputada que tanto luchó por la consecución del derecho de voto de las mujeres en unas Cortes repletas de hombres, con una oratoria contundente, frente a su propio partido político y frente a otras mujeres también diputadas como ellas que no lo veían factible y que, incomprensiblemente, no la apoyaron.
Clara Campoamor (ABC)
En fin, no se trata tanto de suprimir los nombres que ya están, aunque si este cronista fuese alcalde suprimiría dos, sino más bien de ir reconociendo que la historia de la humanidad también la han hecho las mujeres y que, por consiguiente, no puede ser que tan avanzado el siglo XXI todavía tengamos esa desigualdad de porcentaje en el nomenclátor callejero (96% frente al 4%), cuando la tendencia en otras facetas de la vida, sobre todo de cuotas políticas, es tender al 50%. Es, por consiguiente, otra tarea que nos queda como pueblo por hacer.
Nota: Desde aquella exposición, todos mis alumnos, sin que yo tenga que volver a recordarlo, realizan sus presentaciones orales del tema que sea tratando de encontrar los elementos femeninos de esa historia. Ahora con las redes sociales les es más fácil, en los libros de texto siguen encontrando poca información, una lástima.  

Homenaje a fusilados cacereños (Cedida)

7 comentarios:

  1. Muy buen artículo , sobre todo por el hilo conductor, esto es, el protagonismo de la mujer . Es triste que nadie se haya acordado, al poner una calle, de cierto nombres que merecen estar en la memoria viva de los arroyanos. Siempre he tenido dos nombre en mi mente , el de Ángela Capdevielle ( aunque tenga nombre en Cáceres) que se preocupó y divulgó nuestro folklore, nuestros romances y nuestras tradiciones como una arroyana más y, por supuesto, doñaMagdalena Orozco que en tiempos difíciles llegó a ser mayordoma de nuestra Virgen, hacer una estupenda regalía, un bonito manto y, finalmente, dejó un legado en la fundación que lleva su nombre, ese Patronato que concedió becas a muchos arroyanos para iniciarse en nuestro instituto, que dejó una casa ( la Parroquial) para los más necesitados, etc, etc,.Cualquier corporación municipal debería dejar al margen las ideas que cada una tuviere y tomar buena nota de estos nombres, no por lo que fueron sino por lo que hicieron para - cuando surja el momento- plasmarlos en una calle que nos haga recordar su aportación a nuestro pueblo. Felicidades, Javier.

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    1. Gracias Maxi por tu siempre sabia aportación a la historia de Arroyo. Un saludo

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  3. Muchas gracias Máximo Salomón Román, tus dos aportaciones son perfectamente válidas para ser incorporada a la nómina que yo he señalado en mi artículo mensual. No seré yo el que ponga ningún "pero". No obstante, para que ello pudiera iniciarse debe existir la voluntad política de ponerlo en práctica. Te recuerdo que hace ya varios años que públicamente se señaló que iba a constituirse una "comisión" de calles (entonces el tema era por lo de la calle de Don Juan Ramos, poeta), y ya sabes en qué quedó todo aquello. De cualquier forma agradezco tus palabras, de la misma forma que agradezco a todos los que públicamente, o de manera privada, me siguen alentando para continuar con esta maravillosa historia que fue, y será, la de tu pueblo y el mío. Un abrazo y a la espera de otro de tus magníficos escritos.
    Francisco Javier García Carrero

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  4. No puedo pasar por alto, el interés que tu artículo me ha causado, amigo Fco.Javier, quizá más por calidad humana, sin disminuir la historia, es hora ya de que se reconozca a la mujer con los méritos que la corresponden. Por eso entiendo que tu artículo toma más relieve en cuanto a interés social. Pues hay en él una justa reivindicación: que la mujer pase a tomar parte de los nombres de las calles y sean reconocidos sus méritos y trabajos, y hasta alguna perder la vida por defender la legalidad establecida democráticamente.
    Sigue, amigo, por ese camino y no te rindas.
    Un abrazo.
    Eladio Sanjuan

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  5. Querido amigo Eladio San Juan, agradecido por tu ecuánime comentario el cual, además, suscribo de parte a parte. Esa ha sido siempre mi intención. Creo que la igualdad, ya lo he dicho en otros espacios, además de suscribirla hay que practicarla. Hemos tenido muchos momentos para intentar lograrlos, pero la realidad incuestionable es que la mujer en el callejero arroyano es casi testimonial y si hablamos de mujer arroyana es nula.
    Aprovecho para decirte que tu recitado poético en el vídeo sobre la Virgen de la Luz ha sido magistral. Mi más cordial enhorabuena. El acto fue multitudinario.
    Un abrazo para ti y para Loli.
    Francisco Javier García Carrero

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