ARROYO DE LA LUZ PAISAJES Y FIESTAS: noviembre 2019

Por Francisco Javier García Carrero

Cronista Oficial de Arroyo de la Luz

Escuelas Nuevas

Nueve años más tarde, en 1986, la cantante Ana Belén y su marido Víctor Manuel, describieron con un tema muy pegadizo lo que había supuesto la Transición democrática en sus vidas, y con ellos la de millones de españoles. Toda la letra de aquella canción estaba en relación con un monumento simbólico de la capital de España, la Puerta de Alcalá. Y es que 1977 fue probablemente el año más emblemático de esa magnífica etapa de la historia de España que ellos resumieron con “un travesti perdido, un guardia pendenciero, pelos colorados, chinchetas en los cueros, rockeros insurgentes, modernos complacientes, poetas y colgados, aires de libertad…”.

Efectivamente, con 1977 llegaron esos nuevos aires que soplaban en una dirección que ya casi nadie recordaba. Gestos de libertad aunque, como también había cantado el grupo andaluz Jarcha, pocos días antes de arrancar el año central de este artículo, una canción con el que llegaron a ser números uno durante varias semanas y todo ello, a pesar de la censura inicial que sufrieron, pretendieron que fuese una “libertad, libertad, sin ira, libertad”, porque aunque no se había olvidado que decían los “viejos que en este país hubo una guerra, la gente tan solo pide vivir su vida, sin más mentiras y en paz”. Ello fue lo que se pretendió, y se consiguió aquel año de 1977. El año en que los españoles y, por supuesto, los arroyanos iniciaron una nueva etapa política que ya no iba a tener marcha atrás.

Aquel ejercicio estuvo plagado de novedosos gestos de todo tipo, muchos con una gran carga de simbolismo que anunciaron una fase completamente novedosa en nuestras vidas. Por ver y valorar se encontraba aquella realidad que devolvía a su patria a numerosos españoles que se habían tenido que marchar al exilio hacía ya muchos años. Entre otros muchos el poeta gaditano Rafael Alberti que regresó después de “galopar y galopar” un 27 de abril de 1977, para pocos meses después convertirse en diputado en las Cortes por elección popular.

No obstante, de todos aquellos gestos y realidades que tuvieron lugar en 1977 destacaremos la convocatoria de elecciones a Cortes generales, con carácter de constituyentes, fue lo más emblemático que se experimentó durante aquel año. Y todo ello porque en aquellas elecciones pudieron participar todos los partidos políticos existentes en España y sin cortapisa alguna, algo que era completamente impensable solo año y medio antes. Una población que estaba completamente “desentrenada” con estas manifestaciones democráticas ya que hacía más de 40 años que ningún arroyano había podido elegir a sus representantes en las Cortes. La inmensa mayoría del electorado en nuestra localidad nunca había votado en unas elecciones libres. Había que buscar a los arroyanos con más de 64 años los que vagamente pudieran recordar aquella experiencia del ya lejano febrero de 1936.

A pesar de los muchos interrogantes, y no menos miedos, el pueblo arroyano se volcó en el proceso electoral, incluso en mayor porcentaje que el que se contabilizó en toda España. A nivel nacional votó un impresionante 78% del censo y en Arroyo la cifra alcanzó nada menos que el 83%, y eso que aquellas elecciones se celebraron en día laborable, un miércoles 15 de junio. En concreto, de las 4.756 personas que podían votar, arroyanos con más de 21 años, entonces era esa la mayoría de edad para ejercer el voto, optaron por el sufragio un total de 3.957 personas.

Abiertas las urnas, el resultado no fue muy distinto del que se cosechó en el resto de España, la victoria del partido del Presidente Adolfo Suárez, la Unión de Centro Democrático, que contabilizó 2.021 votos, algo más del 51%. En segundo lugar quedó el PSOE que obtuvo 1.437 sufragios, y a gran distancia de los dos más votados los partidos políticos que se colocaron ideológicamente en los dos extremos. Por la izquierda el Partido Comunista se tuvo que conformar con 116 votos y Alianza Popular por la derecha pudo contar 187 papeletas.

La corporación municipal de aquel año era todavía la heredera de la dictadura. El máximo regidor que venía ejerciendo el cargo de alcalde desde 1974 era el maestro de EGB y antiguo presidente del Arroyo Fútbol Club, Manuel Floriano. Aún le quedaban dos años de mandato, concretamente hasta que se celebraran democráticamente las primeras elecciones locales del año 1979. Junto a él el resto de concejales de aquella última corporación del franquismo eran José Collado Hernández, Justiniano Sánchez de la Calle, Antonio Collado Hernández, Dimas Refolio Calvo, Joaquín Crespo Crespo, José Luis Romero Salado, Manuel Rosado Tato y Tomás Paniagua. De secretario municipal se encontraba Fidel Rodríguez Fernández.

En cuanto a la demografía, en este año la fortísima emigración iniciada en décadas anteriores ya se notó con toda su crudeza. De los casi 11.000 habitantes que habíamos contabilizado en los años cincuenta, la cifra de arroyanos en 1977 no alcanzaba nada más que los 6.901 (aunque también es cierto que los hubiésemos firmado 42 años después). Además de la emigración, la falta de nacimientos comenzaba a ser una constante. Aquel año se celebraron 99 bautismos, ya no podíamos contabilizar para conocer los alumbramientos los nacidos en Arroyo de la Luz ya que los datos resultarían engañosos, porque la mayoría de los bebés, a diferencia de años anteriores, nacieron en hospitales de Cáceres. De esos 99 bautizados, 56 lo hicieron en la parroquia de la Asunción, 31 correspondieron a San Sebastián y otros 12 tomaron el agua sagrada en San Antón. Las defunciones fueron casi las mismas, lo cual ayudaba poco en el incremento demográfico. Concretamente fallecieron aquel año 97 arroyanos, 53 en la Asunción; 29 en San Sebastián y otros 15 en San Antón. Por lo que respecta a los enlaces matrimoniales, todos religiosos, fueron 68 en total. En la Asunción 38; en San Sebastián 15; mismo número que se contabilizó en San Antón.

Acta de 1977. Pavimentación de calles

Desde hacía un tiempo, las quejas de los vecinos de las calles generalmente situadas en el extrarradio de la población eran una constante. Se habían quedado los últimos para lograr la pavimentación que sí tenían desde hacía un tiempo las calles situadas en el centro de la localidad. De ahí que comience una continua aprobación de asfaltados en estas rúas. Por ejemplo, en noviembre de 1977, y por 3.5 millones de pesetas, se aprobó el proyecto de obras del ingeniero de caminos Máximo Cruz Sagredo para pavimentar las calles Joaquín Costa, García Morato (actual calle Colón), Quebrada, Castañeda, Plaza de España y Letra A (actual San Pedro de Alcántara). De la misma forma, se logró pavimentar con un presupuesto de 392.926 pesetas, y dirigido por el ingeniero Cayetano Carbajo, una de las calles más transitadas por la juventud arroyana, la calle Carlos Barriga, aquella que nos dirigía a todos los estudiantes al instituto Luis de Morales, mañana y tarde, porque entonces todavía había clases por la tarde. Y, por último, también lograron aquel año su pavimentación los vecinos de las calles Camberos, Parra y Francisco Pizarro.

Estado de la Plaza de España

En este año, la corporación municipal inició los trámites para que el pueblo tuviese una biblioteca municipal, un edificio que se llevaba demandando desde hacía ya varios años por el cura párroco de San Antón, don José Cordovés Sánchez como necesidad imperiosa para elevar el nivel cultural en la villa. Se eligió el local que tenía el Ayuntamiento en la Plaza de José Antonio Primo de Rivera número 12 (actual Plaza de la Constitución), un espacio que se había utilizado como escuela pública durante muchos años (actual Casa de Cultura y también biblioteca). No obstante, tuvo que pasar bastante tiempo para que ese edificio fuese una auténtica realidad. Se inauguró durante la alcaldía de Felicísimo Bello. Ya en plena democracia.

Durante aquel año también se produjeron dos jubilaciones muy sentidas para la localidad, dos de los médicos, y muy respetados en la población, llegaron a la edad reglamentaria para dejar de ejercer su profesión. Uno fue el de Enrique Sánchez Sánchez, y el otro el de Enrique Rubio Marcén, este último en noviembre de este año cumplía la edad, aunque también es cierto que solicitó una prórroga de un año para poder seguir ejerciendo la medicina.

De la misma forma, también este año de 1977 tuvo lugar la recepción definitiva de las obras en la estación depuradora de abastecimiento de agua a domicilio, de la que se carecía en el pueblo y que fue un avance muy significativo en cuanto a salubridad local. En aquel acto estuvo presente, además del alcalde Manuel Floriano, los concejales de la corporación José Luis Romero Salado y Joaquín Crespo Crespo. Y también se abrió al público un establecimiento de ventas de motocicletas, el primero de la localidad que inauguró el afamado empresario José Bañegil García.

Fue un año al que los arroyanos gustaban tanto de Rocío Jurado como Rafaela Carrá, Miguel Bosé, o Albert Hammond, artistas que aquel verano pisaron tierra extremeña en varias ocasiones. No obstante, a los más jóvenes, sobre todo jovencitas, lo que verdaderamente les atraía era la gomina de John Travolta y ese baile que tantos trataron de imitar en la discoteca Venus, evidentemente con menos suerte que el genuino y original.

Artistas por Extremadura

La 2 con interrogante

En televisión los arroyanos se pegaban al aparato la noche que se emitía la serie de Curro Jiménez o el Un, dos, tres, programas míticos de la primera cadena, y única. Porque esa era otra, en el año 1977 todavía en Arroyo no se veía ni la 2, aunque entonces se llamaba UHF. Una noticia, dada las falsedades al que tan acostumbrados estamos los extremeños por parte de nuestros políticos, que fue recibida con gran escepticismo incluso por la prensa regional que dudó en afirmar que aquello fuera una realidad.

Los niños se entusiasmaron con Un globo, dos globos, tres globos y los que éramos un poquito más mayores con Mazinger Z y la gran Afrodita A. Aunque, para ver lo que casi nadie podía ver (en realidad nadie los vio), se encontraban los continuos avistamientos de OVNIS por toda la geografía extremeña, y arroyana. El más próximo parece ser que lo tuvimos por la carretera de Aliseda Fue un año en el que los “marcianos” no pararon de contactar con los terrícolas, aunque siempre se marchaban sin decir esta boca es mía, noticias que también saltaban a la prensa y donde se les daba un tratamiento muy amplio como auténtica “verdad revelada”

Atacado por un OVNI

OVNI en Arroyo

Salario mínimo diario. 1977

El cine era otro de nuestros grandes entretenimientos, superada la censura tan presente en los anteriores cuarenta años, los arroyanos se pegaban a la butaca y casi sin respiración cuando veían aparecer en el Cine Solano a una espectacular María José Cantudo o una Susana Estrada, por poner únicamente dos ejemplos de los mitos eróticos durante aquel ejercicio. Era una manera de evadir, aunque fuese durante una hora y media, los problemas de trabajo y de sueldo que todos los arroyanos tenían. El paro comenzaba a ser algo cotidiano, el IPC, que actualmente se encuentra en cifras muy bajas aquel año alcanzó un espectacular 30% interanual. Y todo ello con un salario mínimo de 500 pesetas al día difundido a bombo y platillo, 15.000 mensuales lo que equivale 90 euros de hoy.

En conclusión, un tiempo en el que se pasó del “miedo a la risa”, un año de ilusiones casi adolescentes, esperanzas protagonizadas por hombres y mujeres pero que en absoluto eran jóvenes. Españoles y arroyanos a los que les debemos, especialmente los que ahora tenemos más de 40 años, todo lo que hemos sido, y todo lo que actualmente somos. Por ello, y a pesar de todas las críticas que queramos esparcir, mi más cordial enhorabuena a todos aquellos que protagonizaron los años de la Transición.

Nota: Dedicado a la generación de arroyanos y arroyanas nacidos en 1977, un año no cualquiera. Y especialmente a Daniel Álvarez Salceda, presidente de APyF (ya eres mayor).