Por Francisco Javier García Carrero
Cronista Oficial de Arroyo de la Luz
Bajada de la Virgen de la Luz 2018. Pregón: Fco. Javier Gª Carrero |
Esposa y Hermana |
Momentos previos |
Hermanos |
Con Mayordomo y clero |
El
pasado 5 de abril de 2018 tuve el honor de leer el pregón de salutación a la
Virgen de la Luz. Esa fecha ya ha quedo marcada en mi historia personal como uno
de esos días inolvidables. La jornada de tarde-noche, magnífica en lo
climatológico, estuvo cargada de sentimientos encontrados. Unas sensaciones en
los que se entremezclaba por un lado una gran responsabilidad y, por otro, una
profunda emoción. Responsabilidad para no defraudar a todos los que allí se
encontraban, que fueron muchos, paisanos, amigos y familiares incluidos; y
emoción, por la ausencia definitiva de aquellos que ya no podrían escuchar mis
palabras, y que también son varios, quizás demasiados, para poder mantener la
compostura que el evento requería.
Procesión |
Imagino
que estos sentimientos no serán muy distintos a los que en su día sintieron
todos los pregoneros que me han precedido en años anteriores, y puedo asegurar
que serán muy parecidos a los que experimentarán todos los que tengan la dicha
de pregonar a su Patrona en años venideros. Pregoneros que la prodigiosa
memoria de mi amigo Máximo Salomón me recordó en los días que precedieron a la
jornada de este año. Con la lectura de ese texto fui consciente de la
responsabilidad que había adquirido meses atrás cuando el mayordomo de la
Cofradía me invitó para pregonar en este año 2018.
Aunque
desde hacía mucho tiempo tuve en mi cabeza, grosso modo, lo que iba a
transmitir aquella noche, en esos últimos días por mi mente pasaron todos esos
pregoneros y pregoneras que Maxi detalló minuciosamente en su escrito, y
algunas otras más como Teodora García-Martín (D.E.P.) o Mariqui Carrero,
quienes también como los nombrados habían elaborado en años precedentes unos
sentidísimos pregones a nuestra Virgen de la Luz.
Culminando |
Muchos
han sido los arroyanos que concluida mi alocución me han solicitado, algunos de
manera pública y otros privadamente, una copia del mismo, de ahí que el
artículo para APyF de este mes pensé que podría estar centrado en el pregón de
aquella noche inolvidable del mes de abril, y el que en un balcón, únicamente
acompañado de mi esposa, con la mirada dirigida hacia mi Patrona, y mis
pensamientos más profundos añorando a los que allí no se encontraban, procedí a
la lectura del siguiente pregón:
¡¡¡¡Buenas noches,
Madre!!!!!!
Una
vez más, y ya son cientos de veces las que tus hijos se postran ante tu manto
bendito. ¡Qué lejos queda en el tiempo, y qué cerca en la memoria! la primera
vez que nuestros antepasados, en las proximidades de tu morada eterna, esa
magnífica dehesa que circunda nuestro pueblo, recibieron tu protección perenne
antes quienes pretendieron desviarlos del camino de la Fe verdadera. Tu
aparición protectora sobre aquella encina provocó la conversión de todo un
pueblo y su advocación definitiva hacia ti, Madre, Virgen de la Lucena.
No
ha sido, Madre, como bien sabes, un camino fácil en el devenir de los tiempos.
Una vez más, en el siglo XIII tuviste que volver a socorrernos y enviar tu
manto benefactor a nuestros antepasados cuando en épica lucha estaban a punto
de perecer en aquella justa. No obstante, la invocación repetida por cientos de
gargantas arroyanas provocó que tu Luz inundara aquel campo que ya siempre
sería cristiano.
Triste
quedaron nuestros antepasados cuando decidieron trasladar sus moradas hasta el
lugar que ahora ocupamos. Pero no por ello te olvidamos, Madre, porque a una
madre nunca se le puede ni debe olvidar. Por ello, siglo tras siglo, año tras
año, todo Arroyo acude gozoso a tu encuentro cuando llega la Pascua Florida. Y
el pueblo al completo te recibe, como hoy, Virgen de la Luz, con los brazos abiertos
de hijos agradecidos.
¡Ya
habrás escuchado la salva de aplausos!, ¡ya habrás sentido los vivas a tu
bendita Imagen! ¡Y ya habrás observado esa emoción contenida de mis paisanos y
hermanos!, convecinos todos que en no pocas ocasiones rompen en lágrima viva
para decirte simplemente que te quieren, Madre, que te queremos, Madre.
¡Cuántas
lágrimas derramaron los arroyanos en 1809 cuando vieron destrozar tu casa, tu
imagen y la de tu Hijo en aquella terrible guerra!! ¡Cuánta impotencia y, sobre
todo, cuánto dolor innecesario!!! Pero Madre buena, ¡¡cuánta alegría también
derrocharon cuando vieron llegar de nuevo a su pueblo tu santa Imagen!! Además,
perpetuamente gozosos porque el gran artista Altarriba había logrado esculpir
en tu belleza imperecedera el rostro de la mujer arroyana! Como recordarás,
Madre, el alborozo fue apoteósico, porque ya nunca más los creyentes sentirán
tu falta ni echarán de menos tu auxilio bienhechor.
¡Qué
regocijo sentiste en 1937 cuando observaste que la simbiosis con tu Arroyo se
había completado después de tantos siglos! Definitivamente el pueblo al que
tanto amabas y protegías llevaba tu Luz como apellido, ¡¡¡¡¡Arroyo de la
Luz!!!!! ¡Qué bien sonaba, y qué asociación tan magníficamente lograda! Y eso
que estabas apenada, muy afligida porque durante esos años vistes luchar en
guerra fratricida a tus propios hijos y eso no es agradable para ninguna madre,
y mucho menos para la Madre de todos.
¡Con
qué júbilo recibías la llegada de tus hijos que habían tenido que emigrar de su
pueblo!, pero nunca, como bien sabes, Madre, estuvieron desamparados porque
todos ellos no solo te llevaron en su pensamiento cotidiano, sino que todos
llevaban tu bendita Imagen en su cartera, y siempre muy cerca de su corazón de
hijo agradecido.
Hoy
como podrás observar, Madre, la Corredera, tu Corredera, se ha engalanado
nuevamente para recibir tu excelsa presencia y está llena de arroyanos que al
igual que siempre te aclaman vestidos con sus galas de antaño. Un
acontecimiento dichoso que en absoluto es un mero ritual anual, porque lo que
todos esperamos de ti, Madre, y además, todos estamos convencido de ello, es
que sea tu Luz la que nos guíe y la que ilumine Arroyo, y de esta forma
marcarnos el camino de nuestro mañana.
¡Virgen
de la Luz!, ya despido mi pregón que he pretendido saliera del alma. Quisiera
concluirlo con una poesía en tu honor. Como Madre que eres bien conoces a este
hijo tuyo, y bien sabes que nunca ha sido poeta, ni siquiera ha pretendido
serlo. Arroyo, tu pueblo, ha dado en cambio, hijos que han sabido siempre
expresarse a la perfección en ese arte mayúsculo. Pedro Caba, Juan Luis Cordero
o actualmente Eladio San Juan, cualquiera de sus composiciones me hubiese
servido para poder cantarte y para poder honrarte como Tú mereces. No obstante,
quiero concluir mis palabras con un poema de mi maestro el también poeta Juan
Ramos Aparicio, sí ese que tantas veces te cantó desde este mismo espacio y el
que ya goza desde hace años de tu excelsa presencia. Ha sido elegido porque sus
últimas líneas describen a la perfección cómo me siento yo en este instante.
Dice así:
LLORANDO
CONTIGO, MADRE
En
el encinar
yo
te he visto, Madre,
de
pena llorar.
Estabas
tan guapa,
-Divina
Pastora-
que
lloré contigo,
Madre
salvadora.
¿Quién
faltarte pudo,
nardo
y azucena?
¿Quién
pudo ofenderte,
siendo
Tú tan buena?
Malhaya
del hijo,
-mil
veces ingrato-
que
sume a su madre
en
un mar de llanto.
Y
te regalé
Virgen
de la Luz,
con
el bello manto
de
mi sueño azul.
Y
soñé mi Amada,
que
bajó un lucero
por
ver tu hermosura
ya
de madrugada.
¡Cómo
sonreías!
Y
con bellas flores
trencé
una corona
para
hacerte Reina…
de
mis alegrías.
Engarcé
tus perlas
para
coronarte
con
lágrimas mías.
¡Nunca
más feliz,
Madre,
que este día!
¡Viva la Virgen de la
Luz! ¡Viva la
Patrona de Arroyo!
Finalizando la Procesión |
Con las autoridades |
Un nuevo mes con un artículo muy especial. El que el mayordomo de la Virgen de la Luz te proponga que realices el pregón a la Patrona genera siempre sentimientos muy encontrados. Era la segunda vez que me lo solicitaban, la primera renuncié, por distintos motivos que ahora son poco significativos y, por supuesto, nada importantes. Este año, por otras circunstancias, creía en cambio que debía hacerlo. Ahí queda para la posteridad. Resulta también evidente que, como han señalado muchos arroyanos, va siendo hora de recopilar todos los pregones en un único volumen. También habrá que ir pensando en poner al día un nuevo trabajo sobre la Luz de Arroyo, ya que desde que apareció el libro de Don Ciriaco han sido muchos los acontecimientos referidos a nuestra Patrona. Habrá que ir actualizándolos.
ResponderEliminarGracias siempre a APyF, jamás podremos tener un altavoz como el vuestro al mundo, arroyano y no arroyano.
Un abrazo.
Francisco Javier García Carrero (Cronista Oficial de Arroyo de la Luz)