Por Francisco Javier García Carrero
Cronista Oficial de Arroyo de
El
próximo 15 de junio de este 2021 celebraremos el 44 aniversario de una fecha
histórica. Nos estamos acercando en España a medio siglo de democracia
parlamentaria sin interrupción y, para muchos, parece que fue ayer cuando se
inició esta apasionante aventura por la libertad. Efectivamente, el 15 de junio
de 1977 se produjeron unos comicios que podemos catalogar, sin posibilidad de
equivocación, como unas elecciones históricas. Aquella jornada, que coincidió
con un miércoles y, por consiguiente, con día laborable y con un permiso
retribuido de cuatro horas para todos los trabajadores, se convirtió en un día
muy especial para toda la ciudadanía porque en España, y por supuesto en
Arroyo, hacía ya muchos años que nadie elegía a sus representantes políticos.
Concretamente, para encontrar la última vez que aquello había ocurrido debíamos
retroceder la mirada hasta un 16 de febrero de 1936. Es decir, 41 años atrás.Expectación en un colegio electoral. Agencia EFE
En
consecuencia, para la mayor parte de nuestros paisanos que concurrieron a
aquellas elecciones generales, las de junio de 1977 sería su primera
experiencia con las urnas y con la democracia. Ya que para encontrar a algún
arroyano que había votado en libertad, en aquel ya muy lejano 1936, lo debíamos
localizar en los paisanos que tenían como mínimo 64 años de edad. Para la
inmensa mayoría de los electores, por consiguiente, existía un desconocimiento
absoluto de cómo había que actuar. De ahí que el Gobierno de la Transición
tuviese que realizar una intensa campaña de propaganda institucional en las
distintas emisoras de radio y en las dos televisiones públicas, aunque el UHF
todavía no se veía en Arroyo, para enseñarles a los ciudadanos cómo ejercer su
derecho al voto. Pero al margen de esta importante novedad, estas elecciones no
iban a elegir cualquier parlamento tal y como estamos haciendo en los últimos
procesos electorales. Aquellos comicios de 1977 estaban pensados para dilucidar
lo que iban a ser nuestras Cortes constituyentes. Y eso no era cualquier cosa.
Es decir, estos parlamentarios serían los que tendrían que elaborar lo que se
convertiría en nuestra actual Constitución de 1978 que pronto se convertirá en
la más longeva de nuestra historia. Diputados que estuvieron muy a la altura de
las circunstancias (ignoro si con los actuales podemos decir lo mismo).Campaña institucional por el voto
El
alcalde de la población era, desde el verano de 1974 en que sustituyó a Julián
Olgado Macías, el maestro de Enseñanza General Básica Manuel Floriano Medina,
que a la postre se convirtió desde aquel año y hasta 1979 en el último de los
regidores locales nombrados a dedo por el gobernador civil de la provincia. El
mayordomo de la Virgen de la Luz, también el último y antes de iniciarse el
modelo actual de Cofradía, era Plácido Sánchez Viniegra que había tomado
posesión del cargo casi en paralelo al nombramiento del alcalde. El número de
habitantes de Arroyo en aquel año histórico se acercaba a los 7.000.
Concretamente éramos 6.901 arroyanos y los electores que tenían derecho de
voto, suprimidas todas las restricciones del franquismo, especialmente hacia
las mujeres, alcanzaba la cifra de 4.756 posibles votantes.La Corredera en 1977
La
campaña electoral comenzó el 24 de mayo con una espectacular pegada de carteles
por todo el país. Una situación también completamente novedosa en la localidad
lo que no dejaba de despertar ciertos recelos entre un número importante de
paisanos, especialmente entre los más mayores que nunca olvidaron el clima
político de la última vez que habían disfrutado de la democracia parlamentaria.
Esta campaña se alargó durante 21 días, ya que el Gobierno convocante pensó que
era el tiempo suficiente para que los distintos partidos políticos dieran a
conocer sus numerosos y distintos eslóganes, además de ofrecer sus propuestas
futuras para los ciudadanos. Veintidós fueron los partidos políticos que
concurrieron a aquellas elecciones, lo que posteriormente se identificó y se
describió en todos los análisis electorales como una auténtica “sopa de
letras”.Madrid. 24 de mayo. Inicio de la campaña electoral (Diario El País)
La
campaña electoral prácticamente no presentó incidencias graves, y en Arroyo
ninguna que podamos reseñar más allá de la simple anécdota de una señora
bastante mayor que preguntó en uno de los colegios electorales cómo votar a
Franco. El número de mesas electorales aquel año fueron 6. Dos se encontraban
en la Plaza de José Antonio Primo de Rivera, la tercera en las escuelas de San
Marcos, la cuarta en las escuelas del Pozo del Hambre, la quinta se situó en lo
que eran las Escuelas Nuevas (todavía no se había producido su demolición como
tal, una lástima, por cierto) y la última se ubicó en la sede de la O.J.E.
Los
arroyanos que se acercaron a ejercer su derecho democrático al voto fue de
3.957, algo más del 83%, lo que equivalía a 5 puntos más que la media nacional
que ya de por sí fue muy alta. Los que se quedaron en su casa sin querer
participar de la fiesta de la libertad fueron 789 arroyanos que equivalían al
16% de los electores. Los votos que tuvieron validez fueron 3.924, más del 99%
de los emitidos, por lo que se contabilizaron como votos nulos únicamente 33,
la mayor parte de ellos por tener la papeleta completamente rayada con un
bolígrafo o con insultos variados. De los 3.924 votos considerados efectivos,
los arroyanos que optaron por alguna de las candidaturas presentadas fueron
3.919, por lo que únicamente 5 papeletas estaban completamente en blanco.Collage de partidos políticos. Elecciones de 1977
Guadalajara. 9 de junio de 1977 (Foto Volkhart Muller) |
A
partir de los dos grandes ganadores, se situó con solo 187 votos (4.77%) la
Alianza Popular de Manuel Fraga, un partido todavía con claras reminiscencias
franquistas y que le lastró claramente en los resultados de aquella jornada. A
continuación, se situó el Partido Comunista que dirigía Santiago Carrillo y que
obtuvo unos pobrísimos resultados. Únicamente logró recibir en la localidad 115
votos (3%), cifra que estuvo, al igual que sucedió en el resto de España, muy
por debajo de las expectativas que se habían formado todos los analistas políticos,
ya que este partido habían sido la verdadera oposición a la dictadura durante
muchos años.
La
siguiente candidatura por la que optaron los arroyanos, y probablemente ya no
lo recuerde nadie, fue Reforma Social Española (R.S.E). Este partido recogió el
sufragio de 61 arroyanos, algo más del 1.5% de los votantes. Reforma Social fue
un partido político fundado en 1976 por Manuel Cantarero del Castillo, un
antiguo dirigente del franquismo, aunque ligado a los aperturistas del régimen.
En el ámbito nacional también obtuvo unos escasísimos resultados lo que provocó
que una gran parte de sus cuadros se integrara en el PSOE, aunque su líder
acabó en las filas de Alianza Popular, partido con el que consiguió ser
diputado en 1982.
51
votos arroyanos (1.3%) obtuvo la siguiente formación política, en este caso una
agrupación más recordada, el Partido Socialista Popular. Unidad Socialista, y
que lideraba el profesor Enrique Tierno Galván. Este partido llegó a obtener 6
escaños nacionales ya que se aproximó al millón de votos. A pesar de ese
modesto resultado un año después esta agrupación con su líder a la cabeza se
integró en el PSOE. Todos recordarán que el profesor Tierno ya integrado en el Partido
Socialista de González, y con el apoyo del Partido Comunista, sería nombrado en
1979 el primer alcalde democrático de Madrid después de la dictadura.
A
continuación, y con 32 votos arroyanos (0.82%) se situó otro partido olvidado,
el Frente Democrático de Izquierdas, una heterogénea coalición electoral creada
para estas elecciones de 1977 y que presentó unos resultados también muy pobres
a escala nacional y regional. Por ejemplo, en toda Extremadura cosecharon 2.229
votos.
El
último partido político que logró algún tipo de confianza arroyana aquel año
fue Falange Española de las JONS Auténtica que obtuvo 15 sufragios (0.38%),
identificados con la nostalgia de la ideología “Joseantoniana”, fueron votos
que no aportaron nada ni se tradujo en escaño alguno a nivel nacional. Un
partido que lo había sido todo en el anterior régimen, ahora cuando el pueblo
se pronunció en libertad había quedado en la nada. Fue entonces cuando apareció
aquel dicho de “estás más acabado que la Falange”, y así fue durante un buen
número de años.
En
resumen, y a pesar del temor de no pocos arroyanos, los resultados finales
marcaron una tendencia de signo muy moderado. Los electores optaron de forma
mayoritaria por un partido político centrista que en la provincia lideraba Juan
Rovira Tarazona y que no tardó en venir al pueblo ya como ministro de Sanidad,
y en segundo lugar quedó una opción socialdemócrata que en Cáceres lideraba
entonces Pablo Castellanos, un político que también visitó la localidad en
varias ocasiones (muy recordado será su mitin en la plaza en contra de la
entrada de España en la OTAN).
De
esta forma, comenzó a dibujarse lo que se conocería como un bipartidismo
imperfecto. Se consagró el centro político como el espacio decisivo en el que
se dirimiría la conquista del poder durante bastantes años. Por último,
señalar, a diferencia de lo que sucede hoy día que pocas horas después de
cerrados los colegios electorales se conocen los resultados oficiales, en las
elecciones de 1977 tuvieron nuestros paisanos que esperar dos largos días para
saber quién había ganado aquellas elecciones históricas.
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