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Puentes del Pontones. 1900 |
El
pasado 12 de enero tuvo lugar uno de esos acontecimientos culturales que hacen
grande a los pueblos que los organizan. Un año más, y ya van ocho, la
Asociación Paisajes y Fiestas celebraba su onomástica y regalaba, como todos
los años anteriores, un magnífico obsequio a sus miles de seguidores. El acto
contó con la presencia de nuestras máximas autoridades y aunque, obviamente, no
todos sus amigos pudieron estar allí presentes, sí que pudo contabilizarse un
número muy considerable de personas, ya que la cifra superó la de las
cuatrocientas almas, una suma que difícilmente se logra para cualquier evento
que se celebra en Arroyo de la Luz.
El
regalo que APyF nos ha donado en el presente ejercicio ha sido un vídeo, “Arroyo, el paso del tiempo” (https://youtu.be/N9W-5PDZ91M), un trabajo
ideado y dirigido por el presidente de la Asociación, Daniel Álvarez Salceda, y
que ha sido magníficamente ensamblado por la periodista Loli Higuero Padilla.
El trabajo recorre, en poco más de una hora de duración, las instantáneas
fotográficas que nos ha dejado el devenir de los tiempos en nuestra localidad y
su correlación con la actualidad. Fotografías, unas y otras que nos hicieron
suspirar en varias ocasiones y que no dejaban de ser un claro ejemplo de ¡cómo
hemos cambiado!
El
trabajo, aunque podríamos señalar que ha sido partícipe todo el pueblo, todos
sus habitantes, y al margen de los dos ya citados, ha tenido grandes
colaboradores que han dejado lo mejor que llevaban dentro cada uno de ellos.
Martín Panadero Rubio con sus fotografías del ayer arroyano más nostálgico; las
imágenes aéreas actuales, magníficas y a cuál mejor, de Manolo Montero Carrero;
el comentario y análisis demográfico de lo más certero de Vicente Ramos Díaz;
las bellísimas poesías de dos arroyanos de postín, Emilio Higuera y Eladio
Sanjuán; o el recorrido casi visual de cada una de las calles y que nos iba
describiendo Máximo Salomón gracias a su prodigiosa memoria.
De
la misma forma, el que suscribe estas líneas ha colaborado en la parte que
tenía más relación con lo puramente histórico. Con aquellos nombres que han ido
conformando ese mosaico de calles que han jalonado la historia de nuestro
pueblo hasta la actualidad. Nombres que en ocasiones son conocidos los motivos
por los que así se rotulan, pero que en otros casos muchos sus habitantes ya no
recuerdan los porqués de esa nomenclatura. Y es que para los nombres de las
calles, como se señala en el vídeo, en ningún momento, ni anteriormente, ni por
supuesto en la actualidad, sus calificativos han sido neutrales, ni muchísimo
menos. En todas las etapas históricas, y especialmente en los últimos 120 años,
las distintas corporaciones locales que se han ido sucediendo al frente del
Ayuntamiento arroyano han querido dejar en el nomenclátor de la villa su
impronta más particular y, por supuesto, personal. En muchas ocasiones con la
aquiescencia entusiasta de sus gobernados, pero en otros casos sin el más
mínimo consenso con la ciudadanía a la que representan.
Por
eso, en este paso del tiempo del callejero local podríamos destacar tres
modelos o ejemplos de calles y todas perfectamente visibles en el regalo que
nos ha donado APyF. En primer lugar, las que nunca han variado su denominación,
y que se llaman así prácticamente desde siempre, aquellas que nadie ha querido
modificarlas, lo que podríamos definirlas como “calles históricas”. En segundo
lugar, aquellas otras que se han visto envueltas en la vorágine de las luchas
partidistas en diversos momentos de nuestra historia del siglo XX y que han
visto variar, algunas incluso varias veces, el nombre de esa calle o plaza, no
obstante, y en no pocos casos, ya que la ciudadanía es muy sabia, se le
continúa identificando con su nombre primitivo; es decir el histórico. En
tercer lugar, y por último, estarían las “nuevas calles”, aquella cuya
denominación nace al albur y al deseo de la corporación de turno y que
presentan nombres de los más variados.
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La Gasolinera. Año 1970 |
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Charca Quebrada |
Entre
las “calles históricas” en Arroyo tenemos un buen puñado de ellas. Calles que
todo arroyano lleva en su seno y de las que debemos sentirnos muy orgullosos
porque conforman lo más genuino de nuestro pasado en común. Entre otras
destacaríamos Charca, San Marcos, Matamoros, Quinea, Hilacha, Camberos, Barrial
de Santa Ana, Castima, Oscura, Cuesta, Escobar, Concejo, Castillo, Convento,
Gallegos, Castillejos, Cruces, Tenerías, San Francisco, Olleros, San Blas,
Valencia, Soledad, Regajal, San Antón, Parra, Carretera de Aliseda y Escuelas
Graduadas (desde 1929). Aunque en el vídeo se ofrecen pequeñas pinceladas de
los motivos por los que se denominan así estas arterias, probablemente, y aún con
alguna discrepancia que no merma el valor de este estudio, la mejor explicación
de estos calificativos lo encontramos en un opúsculo que el año 2002, editado
por el Ayuntamiento arroyano, y que elaboró el poeta Juan Ramos Aparicio.
Efectivamente, su “Descripción histórico
sentimental de las calles y plazas de Arroyo de la Luz”, a pesar del tiempo
transcurrido, continúa hoy día como un retrato extraordinario de nuestro pueblo
desde este punto de vista.
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La Soledad. Año 1959 |
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La Soledad. Iglesia de San Anton. Año 1965 |
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Convento |
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La Calle San Anton. Año 1960 |
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La Calle San Blas. Año 1952. |
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Ctra Aliseda. Años 70 |
Resulta
una realidad, y además la historia lo demuestra una y otra vez, que la
transformación del nomenclátor callejero es una prioridad para cualquier
régimen político recién establecido. Todos ellos, sin ninguna excepción, han
querido establecer una conciencia histórica y de identidad común de acuerdo a sus
exclusivos postulados políticos. Por eso, y como no podía ser de otra forma,
varios han sido los instantes en la historia de nuestra localidad en los que
los cambios del callejero tuvieron un especial interés para sus gobernantes.
Tres fueron los momentos álgidos, aunque no exclusivos, en los que los cambios
en el repertorio callejero de la población fue algo habitual y constante: los
años de la Segunda República (1931-1936); los cuarenta años de dictadura
franquista después de la victoria por las armas (1936-1975); y los años de la
Transición a la democracia (1977-1984), etapas claves para observar
modificaciones que se produjeron una y otra vez de un mismo espacio público.
Evidentemente,
este segundo modelo de calles es la que presenta mayor interés histórico por
esos vaivenes tan habituales en el callejero español. En Arroyo participan de
este modelo la actual Plaza de San Sebastián que durante la Segunda República
se denominó Plaza Aída Lafuente (militante republicana que había fallecido en
1934); la calle Juan Carlos I, denominada así desde 1983 (alcaldía de
Felicísimo Bello) y que antes se designó Comandante Sánchez Herrero (militar
rebelde en 1936) y anteriormente calle Rollo (nombre histórico), que es como
aún hoy se le denomina en muchos casos. La calle Carretera (Alcántara), durante
el franquismo fue Capitán Luna (otro militar falangista y ligado a la Guerra
Civil), aunque casi nadie lo recuerda. La calle Albuera tiene una
particularidad, este nombre que es histórico, durante el franquismo estuvo dividida
en Albuera 1ª y Albuera 2ª. La segunda durante la dictadura se denominó en
honor a otro militar rebelde calle Ruiz de Alda. Desde la alcaldía de
Felicísimo Bello en 1984 unificada en una sola calle y con su nombre histórico.
Algo similar ocurrió con la calle Camberos y la calle Castima. Durante el
franquismo estuvieron divididas en dos tramos, las segundas llamadas calle 1º
de Abril, y calle 18 de Julio, respectivamente, y unificadas en un único
espacio durante la misma alcaldía y el mismo año.
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Calles del 40. Actas de Pleno |
La
calle Corredera, la más emblemática de la población, actualmente dividida en
tres tramos, y, por consiguiente, con una triple denominación, y no siempre las
mismas. El primer espacio, partiendo desde San Sebastián se denomina Juan Muñoz
Chaves en honor al político de la Restauración; el segundo tramo ha cambiado
varias veces de nombre, Cuatro Esquinas, González Peña (durante la II
República), General Franco (durante la dictadura) y actualmente, desde la
alcaldía de Felicísimo Bello, calle Virgen de la Luz. El último tramo, desde
marzo de 1936, de esta simbólica calle se llama Luis Chaves, y en honor de un
médico de ideología republicana, mayordomo de la Virgen de la Luz y que había
fallecido unos años atrás.
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Placa calle General Franco |
La
calle Franco también se modificó durante la alcaldía de Felicísimo Bello. Con
este calificativo se cometió un error grave al creerse que estaba relacionado
con el dictador cuando no era así. Desde entonces el nuevo nombre que adquirió
fue el de Derechos Humanos. En 1984 también apareció la calle Gabriel y Galán
(insigne poeta tan ligado a Extremadura), y cuyo origen venía de la histórica
Castima 2ª. La Plaza de la Libertad, es otro de los espacios que mayores
transformaciones ha experimentado. Tiene un nombre primitivo e histórico, por
el que casi todo el mundo lo conoce, Plazuela del Altozano; no obstante,
también fue Plaza de Francisco Largo Caballero (Presidente del Gobierno),
durante la II República, General Mola (militar rebelde), durante toda la
dictadura y la Transición, y desde la alcaldía de Felicísimo Bello, Plaza de la
Libertad. Las otras dos plazas del pueblo también vieron variar su nombre, la
Plaza Nueva, que aún se le denomina así en no pocas ocasiones, tomó el
apelativo de nuestro pintor más insigne, Divino Morales, y la actual Plaza de España
que no siempre tuvo este apelativo porque antes fue bautizada como Plaza de la
República (hasta 1937).
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Plaza del General Mola |
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Vaquillas en la Plaza |
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La Plaza Nueva. Año 1970 |
La
histórica calle Valdetrás, todavía así nombrada en muchos instantes, tomó el
nombre desde mediados del siglo XX de un practicante de la localidad, Santos
Salomón. La histórica Santa Ana 1ª también ha tenido varias denominaciones,
durante el franquismo fue General Moscardó, aunque nadie la conocía así, y a
instancia de Juan Ramos Aparicio durante la alcaldía de Manuel Floriano en 1979,
y hasta la actualidad, se denomina Hermanos Caba. La Plaza de las Postas,
todavía habitual entre las personas mayores, tomó el nombre, también a
instancia del poeta arroyano Juan Ramos, del que fuera su preceptor y maestro
de tantos y tantos arroyanos, calle Florencio García Rubio. La histórica calle
Hornillos durante la alcaldía de Julián Olgado en 1972 dejó paso a la escritora
y mística calle Santa Teresa de Jesús.
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calvo-sotelo |
La
actual calle San Gregorio es otro de los espacios con un número importante de
transformaciones. Siempre en nuestra población fue calle Larga, denominación
histórica hasta que en julio de 1937 pasó a denominarse calle Calvo Sotelo. Con
este apelativo estuvo hasta la alcaldía de Felicísimo Bello que en 1983 la
bautizó con el apelativo del patrón de la localidad. Algo similar ocurrió con
la actual Plaza de la Constitución que ya tenía este nombre durante la II
República pero que antes fue conocida como Plaza Mayor o Plaza del
Ayuntamiento. Desde 1937 y hasta 1983 tomó el nombre de Plaza de José Antonio
Primo de Rivera. Otro espacio con doble transformación ha sido la histórica
calle Del Moral que desde 1940 tomó el nombre de Gabino Gracia (secretario del
Ayuntamiento que se posicionó a favor de los rebeldes en 1936) y que aún
permanece.
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Plaza José Antonio. Final década de los 40. |
La
histórica calle Palacio, donde se deposita la soberanía popular, se denomina
desde 1920 Germán Petit, y todo ello en honor a un antiguo y perenne alcalde de
la localidad que manipulaba sistemáticamente las elecciones para seguir en el
poder. De la misma forma, la histórica calle Carniceros, aún muchos arroyanos
la conocen con esa definición, tomó el nombre de otro de los maestros arroyanos
que dejó gran impronta en la población, Rafael Chaparro, y antes de ser
trasladado por orden del alcalde anteriormente señalado debido a sus
discrepancias políticas.
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C Rafael Chaparro. Año 1958 |
En
el año 1930, y a petición de otro de los maestros de la localidad que mejor
huella dejaron, Florencio García Rubio, se bautizaron nuevos tramos que aún
permanecen. La calle Carlos Barriga, como homenaje al “sacerdote sabio” o
“sacerdote ciego”, arroyano de nacimiento aunque su principal labor social la
realizara en Brozas. Anteriormente este espacio se conoció como Monte Arruit.
También surgió la calle Dueñas que anteriormente era una parte de la calle
Soledad y la calle Joaquín Costa en homenaje al genial intelectual del
regeneracionismo y de origen aragonés.
Entre
1983 y 1984 otras seis calles vieron modificar sus nombres que estuvieron en
vigor durante toda la dictadura y, por consiguiente, ligados a la misma. El
artífice del cambio fue nuevamente Felicísimo Bello y afectó a las calles,
Doctor Fleming, Los Rosales, Virgen de Guadalupe, Félix Rodríguez de la Fuente,
Hernán Cortés y Colón. Durante el franquismo fueron, Onésimo Redondo, Alférez
Canal Rosado, Capitán Cortés, Alférez Poblador Guillén, Hermanos Miralles y
García Morato, respectivamente.
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Actas de Pleno. Año 1983 |
Como
hemos visto fue el alcalde Felicísimo Bello Merino el principal artífice que
desmontó nominalmente el franquismo del callejero arroyano. No obstante,
durante estos mismos años no fue esta su única labor en cuanto a las calles en
la localidad, porque quizás lo más significativo, desde mi punto de vista, fue dotar
nominalmente y definitivamente a unos espacios que durante la dictadura ni
siquiera tuvieron nombres concretos. Específicamente fueron los llamados
“Barrio de las Cruces”, que algunas de las ubicaciones llevaban exclusivamente
una letra; y “Barrio del Convento”, unas calles que despectivamente se
denominaban exclusivamente con números.
De
esta forma, la calle Letra A pasó a llamarse San Pedro de Alcántara; la Letra B
tomó el nombre de calle Cáceres, la Letra C se denominó Miguel Hernández y la
Letra D se comenzó a identificar como Antonio Machado. Por otro lado, la
llamada Convento 1ª pasó a identificarse como Miguel de Cervantes, aunque a
punto estuvo de llamarse calle John Lennon. Convento 2ª tomó el nombre del
inmortal Pablo Neruda; Convento 3ª se identificó como calle Democracia y
Convento 4ª se bautizó definitivamente como calle Las Huertas. De esta misma
fecha es la calle Salvador Allende que tomó el nombre de la antigua Travesía de
Castañeda, ya que la propia calle Castañeda sigue con esta denominación desde
1940 (anteriormente era Travesía Carretera de Aliseda). Y de este año es
también la calle Quebrada (anteriormente fue 2ª Transversal Izquierda de
Carretera de Aliseda).
Por
último se encontrarían las calles con nuevas denominaciones. Casi todas están
relacionadas con la alcaldía de Santos Jorna Escobero, y bautizadas a lo largo
de sus 12 años de mandato (2003-2015). Aquí encontramos denominaciones tan
sugestivas como la Plaza de Dulce Chacón, en honor a una magnífica escritora
extremeña, u otras ubicadas en las urbanizaciones de los pozos (calle Parrao,
La Jara, Núñez o Chabucón). También las de la Urbanización La Pedrera donde
aparecen la calle Pablo Iglesias, de la República, Gabriel García Márquez, José
Saramago, Rafael Alberti, Medardo Cervera o Juan Luis Cordero. Estos dos
últimos después de sacarlos a la luz y darle visibilidad el que suscribe estas
líneas. De la misma forma, también son significativas, y de esta última etapa,
la calle Rigoberta Menchú, la de José Fragoso Lucas, en honor al maestro,
profesor de Enseñanza Secundaria y alma primitiva del vóley local, o las calles
en honor a las poblaciones con mayor número de emigrantes arroyanos, calle Leganés,
Deusto, Parla, Getafe, Móstoles o Langreo, entre otras.
Ni
qué decir tiene, que son muchos los espacios que aún podrían nominarse en
virtud de algún cambio que pudiera producirse en alguna parte del callejero
citado, o al albur de las nuevas arterias que se siguen creando en el
extrarradio de la localidad (y atendiendo a requerimientos populares masivos).
Por eso, para concluir, y teniendo en cuenta que nuestro nomenclátor callejero,
como hemos podido comprobar en esta relación casi nominal, tiene mucho que
mejorar en cuanto a la “invisibilidad” del elemento femenino en nuestro espacio
público (véase el artículo que en su momento dedicó este mismo blog: http://arroyodelaluzpaisajesyfiestas.blogspot.com/2018/01/el-cronista-invisibilidad-de-la-mujer.html), volvemos
a reiterar nuevamente, y poner encima de una mesa algunos nombres que pudieran
ser objeto de estudio, e incorporación futura para que esa calle Igualdad
tuviese un sentido más exacto: Leocadia Marín, Blanca de Herrera, Ana de
Herrera, Jacoba Franco, Ruth Matilda Anderson, Juana Sánchez Barrero, Antonia
Femia Cordovilla, Ángela Capdevielle, Madalena Orozco o Polonia Mateos Pérez. Y
sin olvidar un nombre que debería estar en todos los callejeros de España,
Clara Campoamor.
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El Pontones,la Cruz de los Caidos y la Fabrica de harina. Año 1963 |
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Escuela de Florencio García Rubio y Cándido Franco Galván 1927 |
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Cruce de la Mady |
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Colegio Ntra.Sra. de los Dolores. Plaza de San Sebastian. Año 1956 (actual Iglesia de San Sebastián) |
LAS FOTOS DE ESTE ARTÍCULO SON CEDIDAS POR TERCEROS.
Gracias a APYF por ese maravilloso regalo en forma de vídeo. Ahí quedará para futuras generaciones, al igual que vuestro magnífico e inigualable archivo fotográfico que, como siempre comento, le hará la vida mucho más fácil a los cronistas de siglos venideros. Este artículo no deja de ser un complemento a vuestra historia en imágenes.
ResponderEliminarComo dice la canción, "sin ti no soy nada".
EliminarGracias por compartir Arroyo por doquier
Donde podría ver ese video o conseguir lo, gracias
ResponderEliminarEl vídeo lo puedes ver si problemas pinchando en el enlace directo que está situado en el segundo párrafo del texto. Es muy fácil, parte superior de esta página (https://youtu.be). Gracias.
EliminarFantástico reportaje. Me gustaría saber quién cedió la foto "Plaza José Antonio. Final década de los 40", ya que en ella está mi bisabuelo Benito "Corchete". Si alguien me lo puede indicar, le estaría muy agradecido. Me gustaría acceder al original para digitalizarlo con resolución y tratar la imagen, como he hecho con otras antiguas de Arroyo. Saludos. Ricardo
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