José Luis Solano Rodríguez
Panorámica
monumental de Arroyo
Arroyo goza de un buen patrimonio cultural elaborado y mantenido en el transcurso de los siglos, en gran medida, por su población, ideándolo, trabajándolo, aportando económicamente para su creación, con directrices públicas o privadas, incluidas las religiosas.
Se sitúa, mayoritariamente, dentro del término municipal en el casco
urbano y zonas próximas (dehesas, ejidos, viñas….), visible u oculto todavía,
sobre terreno público, en su mayoría, o privado. Es de interés y
responsabilidad –cada cosa y medida en
su sitio- de todos los arroyanos, en
propiedad o socioculturalmente, porque hasta en ella somos “todos”, dado que el Ayuntamiento y la
Iglesia-principales depositarios del mismo- son el pueblo, institución
representativa de él o, la eclesiástica, de los parroquianos, que contribuyeron
a su elaboración…. El recorrido temporal abarca desde la prehistoria a los
tiempos presentes; el tipo, desde bienes muebles a inmuebles, ….desde un
documento a un retablo, desde un dolmen al Convento, desde un cantar a una
copla, desde una receta hasta un guiso….
El Ayuntamiento ha incrementado el suyo adquiriéndolo de particulares
(Castillo-fortaleza de los Herrera, Convento de los franciscanos, Cine-Teatro
Municipal); se ha preocupado, con otras
administraciones, de mantenerlo, rehabilitarlo, restaurarlo –Castillo y II fase
del Convento en espera-, darle uso público, no sólo tiene que ser
garante-custodio de sus pertenencias, sino también de los de otros, personales,
en primera instancia, pues son de interés colectivo (la iglesia y sus bienes,
casones palaciegos, escudos nobiliarios,…) y cultural, voz de alarma ante otras
administraciones superiores en escala y competencia. Pero, lamentablemente, no
todos son flores. El Consistorio parece que ha dejado de lado uno de ellos: el
Archivo Municipal, lo ha trasladado a un edificio, en su planta baja, cargada
de humedad en un altísimo porcentaje, no
cerca de la Casa madre, imposible de acceder por los usuarios dadas, según me
comunican, sus instalaciones (falta de luz suficiente, de mesa de trabajo…).
Este conjunto documental es uno de los mejores de la región y entre los primeros de la provincia después de los de Cáceres, Plasencia y Trujillo, por su
volumen, contenido…Interesado el Gobierno Municipal en la década de 1960 por su
calidad, encargó un inventario al
Delegado Provincial de Archivos y Director del Archivo Histórico Provincial D
Pedro Rubio Merino que, ayudado por dos arroyanos, lo concluyó hasta esas
fechas, luego llevado hasta los ochenta por becarios de la Consejería de
Cultura de Junta Regional. de Extremadura que llegaron hasta describirlo
documento por documento, acuerdo municipal por acuerdo, indizarlo….en gran
parte, sobre todo los de máximo interés-, todo un lujo que ya quisieran otros
que solicitaron. El lugar a donde ha sido trasladado parece que no reúne las
condiciones de habitabilidad convenientes y está poniendo en peligro su
integridad y su futuro; no sólo, a simple vista, por la saturación acuosa que
desintegra el papel, corroe las tintas ferrosas que lo perforan hasta agujerearlo haciéndolo desaparecer por
vacío…sino, también, por ponerlo al
alcance de otro de los males que padece la localidad -ya anunciado ante el anterior Gobierno
y la opinión pública en el diario Hoy
por el presente y la corresponsal local hace unos años-: una plaga de termitas
se señorea por el pueblo desde el Santo hasta las Cruces, desde las huertas a S
Antón, buscando celulosa para vivir devorando lo que la alberga, madera o
papel, que viven en un ambiente subterráneo cálido y húmedo, como el suelo
pizarroso sobre el que se asienta la localidad. Los escritos históricos
municipales están a tiro, se los han puesto en bandeja para el gran festín; del
inventario y del catálogo “no se sabe, no se contesta”, sin dar fe de su
existencia. Un archivo municipal alberga la memoria documentada de un pueblo
elaborada por su principal institución, el Ayuntamiento (acuerdos,
presupuestos, obras públicas, fiestas ,…) , aunque, también,
de muchos actos privados (lindes…) y
hechos por sus vecinos en sus actos administrativos o a nivel particular
y depositados allí; su alma diplomática, pruebas vitales para el presente y el
futuro, ya sea administrativa, histórica o culturalmente hablando. ¿Está
condenado a desaparecer, a que nos quedemos indocumentados, sin pruebas, sin
historia, sin una riqueza patrimonial, a
que no llegue, como hasta ahora, a las futuras generaciones…..?
Por otro lado, la iglesia parroquial de la Asunción, Monumento Histórico
Artístico Nacional, depositaria del retablo de Alonso Hipólito , único que
alberga una colección de Luis de Morales y su taller, parece que empieza a
decaer, a perder aureola y, posiblemente, el retablo mencionado. Tras su
restauración en los años sesenta del siglo pasado fue despojada de elementos
superfluos y decorativos (lámparas, imágenes de escaso valor artístico que no
fueran tallas, desacordes con el entorno que las albergaba…), hasta peligrosos
(cableados por todos lados hechos de cualquier manera…) para su integridad, e
intentada llevar a su estado original. La dejadez se instaura: manchas de
salitre se observan en la bóveda efecto de goteras, cada vez más, como
anunciando su permeabilidad extrema, incluso su disgregación hasta sucumbir y
derrumbarse; ha vuelto a cablearse superficialmente a capricho, en
distintos colores, con conexiones por
doquier, junto a madera, …incumpliendo la normativa eléctrica, la de edificios
que son bien cultural, ¿poniendo en peligro el edificio y lo albergado?; se han
instalado luminarias de diversos estilos…las imágenes y sus peanas de cualquier
manera han inundado la fábrica eclesial. Más que la llegada de la imagen de S
Vito parece que lo ha hecho su baile. La anarquía estética se abre paso,
afectando a lo patrimonial. Tal vez se
dé la vuelta a la tortilla: deje de ser Monumento, para ser cualquier edificio,
si acaso; se pierda lo de Artístico o se
mude por adefesio, confraternizando con algo cultural, en el nombre, al menos,
con la obra de Rafael Alberti, aunque buscando el antónimo de la fábula de amor
de ella y, lo de Nacional, por aquello
de la autonomía municipal que llena a las localidades y sus gestores, se
convierta en Local: para que tener más miras que el ombligo que casi no me veo.
¿Las anomalías y anacronismos acabarán imponiéndose? ¿El retablo y su contenido
con la plaga de termitas local están seguros?, porque están sobre una, más que
probable, base de termitas, las oquedades en el suelo, los cementerios, y allí
hay bastantes fosas ¿Se ha planteado el Gobierno Municipal algo, lo ha
planteado a la Diputación para que lo acometa dentro de algún plan provincial?,
porque hay demasiados vecinos afectados, más localidades. Hace más de dos años
me notificaron que lo habían puesto en conocimiento de los servicios
veterinarios, desde entonces no he leído nada al respecto, no he visto que se
esté realizando ningún plan de eliminación del insecto… sólo quejas de más
ciudadanos afectados. Espero que no se caiga en el mal
de muchos, consuelo de ….que nos
quedemos, también por ahí, sin pueblo.
Hemos hecho Patrimonio durante siglos, ¿estamos dispuestos a mantenerlo
y transmitirlo al futuro? o nos ahorramos las molestias. El desierto parece
extenderse por la península ibérica, ¿el patrimonial también lo hará?Retablo de Alonso Hipólito y Luis de Morales, Iglesia
de la Asunción
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