Por Daniel Álvarez Salceda
El virus tiene la batalla perdida, y él lo sabe. Cada día que pasa es un día menos que le queda, porque ya no ve gente en las calles a quien infectar, porque la ciencia está buscándole las cosquillas y preparando una vacuna para acabar con él; porque la sociedad ha cambiado su forma de ver el Mundo...
Hoy no voy a hablar de contagios ni de altas. Hoy quiero seguir hablando de héroes y heroínas anónimas. Personas a las que han mirado siempre por encima del hombro. Si no existieran, el virus seguiría campando a sus anchas. Personas luchadoras que todos los días exponen su cuerpo ante la muerte para que nosotros estemos más seguros. Nadie se suele acordar de ellas y de ellos, pero yo hoy voy a hacerlo, porque es de justicia y porque el riesgo que están corriendo en estos días, para que nosotros estemos a salvo, es muy grande. Conozco a muchas de estas personas, en mi familia, en mi trabajo, en mi casa... Estas personas son EL PERSONAL DE LIMPIEZA, y desde aquí quiero mostrar mi reconocimiento y el de todos a su trabajo (siempre mal pagado) y a su valentía, por correr estos días un riesgo que nunca sabremos como agradecérselo. Mil gracias por estar ahí y por ir desinfectando por doquier para que los demás no corran riesgo alguno. SOIS GRANDES Y LA SOCIEDAD OS LO RECONOCERÁ MUY PRONTO!!
Me decía mi madre llorando hace 2 días que qué pena de vida que no pueda abrazarnos ni besarnos, que lo está pasando ahora peor que en el "año la hambre". Ella nació en el 39 y sabe muy bien lo que dice. Lo está pasando realmente mal, porque ella es muy de sus hijos, muy besucona y está acostumbrada a estar siempre acompañada, y si dice eso, con todo el hambre que pasó (su madre murió de hambre cuando ella era chiquinina), es que realmente está siendo duro, para ella y para todos en general. Os cuento esto para que os hagáis una idea de lo que estamos sufriendo, sobre todo en Arroyo, que aparte de no salir a la calle, no podemos salir del pueblo. Yo le dije a mi madre que tuviera paciencia, que el objetivo número uno es que el virus no la encuentre a ella, y que ya tendríamos tiempo de fiesta, de abrazos y besos. Fijaos bien en una cosa. Los que la conocéis de cerca, sabéis que mi madre es muy aficionada a la lotería, yo diría fanática de la lotería; y no hay nadie que la moleste cuando está escuchando en la radio los sorteos, ya que se enfada muchísimo si la interrumpen. Pues bien, el día que le dije que se suspendía la lotería por lo del virus, eché 2 pasos atrás porque esperaba una reacción distinta; pero mi madre volvió a darme una lección, y ni se inmutó. Me dijo que lo primero era que todo esto pasara y luego ya vendrá lo demás. Siempre me sorprende, y a sus 81 años, me sigue dando lecciones de vida cada día.
El otro día compartí una noticia de cómo está limpiándose la contaminación de las grandes ciudades por culpa del virus, pero ¿a qué precio? ¿Cuántas vidas costará eso?. Cuando acabe todo esto, nuestra atmósfera estará limpia, pero miles de personas habrán muerto por culpa del virus, y en cuanto todo vuelva a la normalidad, la contaminación volverá de nuevo a nuestras ciudades, pero los que se fueron, ya no volverán. Esas familias que perdieron a sus seres queridos y ni siquiera pudieron despedirse de ellas, ya no volverán a ser las mismas. Reflexionad sobre esto.
Por último, hoy quiero despedirme con un homenaje a una persona que he tenido la satisfacción de conocer y que nos ha dejado hoy, pero que su legado permanece entre nosotros. El aprecio ha sido siempre mutuo, hemos tenido largas conversaciones (y discusiones), porque él era igual que yo, un poco sindicalista y revolucionario. Me ha invitado a su casa, me ha dado bebida y comida cuando más lo necesitaba y siempre dispuesto a ayudar a los demás, pero sobre todo a su querido pueblo Arroyo de la Luz. Creedme si os digo que nunca he conocido a un arroyano tan arroyano como él. UN ARROYANO DE VERDAD, UN FUERA DE SERIE, y eso me lo llevaré para mis adentros. Esta tarde no daba crédito cuando he visto por las redes su fallecimiento. Un puñal en el alma tengo ahora mismo y la pena y la tristeza invaden mi corazón. Ya no podré discutir con él de nuestras cosas, ya no podré recibir sus alabanzas para conmigo y mi página, ya no podré reirme con sus cosas ni probar su vino, ya no podré... Me quedo con su legado, con sus recuerdos y con las muchas fotos que le hice y que él, orgulloso, siempre mostraba desde la distancia en Madrid. AMIGO FLORE "EL PIOJO" (Florentino Paniagua), la vida al final no te ha tratado bien, y no lo merecías. Allá donde estés, sigue entrando en APyF para ver a tu querido pueblo y su gente, a tus paisanos y a tus amigos. Me despido entre lágrimas con un gran pesar, recordando este día que me abriste las puertas de tu casa para fotografiar lo arroyano que eres y serás siempre. Que la Virgen de la Luz te tenga a su lado. Querido amigo, DESCANSA EN PAZ Y BRILLE PARA TI LA LUZ PERPETUA. TE ECHARÉ DE MENOS. Llegará el día en el que volvamos a vernos. Te lo aseguro.
