Por Francisco Javier García Carrero
Cronista Oficial de Arroyo de
Siguiendo
el estudio del trabajo de Antonio Pérez Toranzo y la asociación Photones, el
tercer análisis refiere un nuevo pasaje de la historia de la Virgen María, una obra
que viene a completar la triada de esta primera fase del análisis del Evangelio
en lo referido a la vida de la Madre de Dios. Después del nacimiento, y de la
Anunciación, por la que la Virgen conoció que estaba embarazada del Salvador
del mundo, dice el Evangelio de San Lucas que María fue con “prontitud” a una
ciudad de Judá a visitar a su prima Isabel, encinta a su vez de quien más tarde
sería el conocido como San Juan Bautista.
Efectivamente,
estamos ante un pasaje bíblico, en numerosas ocasiones presente en la iconografía
cristiana, muy habitual hasta el siglo XVIII, aunque escasamente reconocido por
muchos fieles actualmente, salvo que se tengan profundos conocimientos del
evangelio. Pocos serían los que saben poner en contexto este pasaje de la visitación
que les impide descifrar, incluso, si fue la visitación “de” la Virgen o la
Visitación “a” la Virgen.
Al
margen de esta diatriba, estamos ante una obra que el Divino, al menos, ejecutó
en dos ocasiones y para dos retablos distintos. El elegido por Antonio para
trabajar con sus tres “modelos” arroyanas es el que se encuentra en Eichenzell,
Alemania, concretamente en el Museo Schloss Fasanerie. Un trabajo de óleo sobre
tabla de 67 x 49 centímetros, realizado entre 1562 y 1567 y que originalmente,
tal y como señalamos en el primer estudio de esta serie se encontraba en
Alcántara, y más concretamente formaba parte de la predela del retablo de la
capilla funeraria de frey Antonio Bravo de Xerez, en el convento de San Benito de
esta población cacereña.@Museo Schloss Fasanerie (Eichenzell, Alemania)
La
segunda versión que tenemos de esta obra se encuentra en el retablo de la
iglesia de San Martín en Plasencia, una composición artística que muchos
recordarán estuvo a punto de calcinarse por el incendio que este recinto sufrió
en agosto de 2020, y por consiguiente, de perderse de manera definitiva.@Retablo de la Iglesia de San Martín. Plasencia.
@http://imagenessagradas.blogspot.com/
La
tabla estudiada nos muestra a la Virgen María (Olga Talavera) y Santa
Isabel (Maribel Collado), la primera de pie y la otra arrodillada y
abrazándola en una tensión más propia del Quatroccento italiano y donde es
claramente visible la diferencia de gestos, actitudes y edad entre ambas
mujeres (a Isabel la llamaba estéril por su vejez). María perfectamente erguida
inclina la cabeza y aparta la mirada en un gesto de humildad y teatralidad muy
típico del Divino. Isabel, en cambio y a diferencia de la primera, la mira con
gran pasión ante la noticia que acaba de recibir.
El
encuentro con Isabel presenta, por consiguiente, rasgos de un gozoso acontecimiento
de futura salvación de los hombres (comienzo de una maternidad como obra
redentora del Hijo). Es decir, la escena narrada es mucho más que un mero sentimiento
espontáneo de simpatía familiar, “bendita Tú entre las mujeres y bendito sea el
fruto de tu vientre, Jesús”. La escena la completa una doncella que con gran
alegría observa toda la escena (Rebeca Carrasco), que con una postura
delicada aparece como espectadora y como “testigo” privilegiada detrás de una
pilastra que el Divino ha adornado con unos magníficos grutescos.@Antonio Jesús Pérez Toranzo
En
resumen, Antonio nos presenta de nuevo un magnífico resultado final. Un estudio
que le fue muy complejo por la cantidad de partes en la que dividió la obra y
con la que tuvo que trabajar fotográficamente de manera aislada. Las tres
modelos que aparecen en la obra (Olga, Maribel y Rebeca), la decoración
de la pared que fue extraída de los relieves de cenefas de nuestro convento,
las largas trenzas que presenta la Virgen y los fondos vegetales nos muestran
un compendio donde el colorido resalta la obra que se hace enormemente
atractiva.
Aquí tenéis una pequeña muestra de fotos de @APyF con el Making of (cómo se hizo):
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